IDEALES EDUCATIVOS
La Asociación Educativa Amarillo Dorado surge del interés por mejorar nuestro hacer como maestros y poner nuestro granito de arena por una infancia llena de salud y alegría.
La Pedagogía Waldorf nos ha ofrecido experiencias valiosas en nuestra búsqueda de respuestas a preguntas sobre educación: ¿Cuál es la meta de la educación? , ¿cómo es un niño?, ¿cómo educar a los niños y jóvenes?, ¿qué es ser maestro?...
En el camino han ido surgiendo otras muchas cuestiones y hemos encontrado algunas piedras preciosas que guardamos como tesoros e iluminan los pasos que vamos dando. Son como nuestras estrellas en el cielo, forman las constelaciones que nos orientan en la inmensidad de la noche y nos permiten ubicarnos y elegir el rumbo.
¿CUÁL ES LA META DE LA EDUCACIÓN?
Entendemos la educación como la aventura de conquistar la libertad. Es un camino que recorre diferentes fases evolutivas, en las que se va desarrollando el pensar, el sentir y la voluntad de cada ser humano. Favorecer este proceso requiere decidir qué contenidos y cómo desarrollarlos en cada etapa, para que las experiencias individuales y sociales sean adecuadas.
¿CÓMO ES UN NIÑO?
En la primera infancia el niño es como una semilla, cada una de una especie diferente, un tesoro que hay que respetar, cuidar y conocer. En esta etapa el adulto debe responder a la entrega amorosa del niño al mundo siendo un modelo digno de recibir sus fuerzas de imitación, además de propiciar el ambiente de un hogar y unos cuidados maternales. El alimento esencial a proporcionar en esta etapa es la bondad.
A partir de los 7 años los niños tienen el impulso de salir del hogar hacia el exterior, para transformarlo con sus manos y entenderlo con su corazón. El respeto, reconocimiento y admiración del liderazgo del maestro en esta edad es un regalo para toda la vida. El alimento esencial a proporcionar en esta etapa es la belleza.
Alrededor de los 14 años, el adolescente se va convirtiendo en un aventurero, con gusto por explorar, conocer y vivir nuevas experiencias. El encuentro social tiene una gran importancia debido a la necesidad de encontrar a sus compañeros y referentes. El alimento esencial a proporcionar en esta etapa es la verdad y la fraternidad.
¿CÓMO EDUCAR A LOS NIÑOS Y JÓVENES?
Para acompañar estos procesos individuales es necesario el trabajo en equipo de los profesores y la colaboración con la familia, conformando una comunidad de aprendizaje y autoeducación, en el que hay elementos que no pueden faltar:
-
LAS NARRACIONES apropiadas a cada edad, Historias, fábulas, cuentos populares, relatos mitológicos, biografías o narraciones históricas que son patrimonio inmaterial de la humanidad y contienen tesoros que acompañan durante toda la vida.
-
LA ACTIVIDAD ARTÍSTICA, como proceso creativo en que el individuo se pone en relación con el mundo, conociéndolo y conociéndose a través de la música, el dibujo, el modelado, la dramatización, el recitado de poemas, la caligrafía, etc.
-
LOS TRABAJOS MANUALES. Aprender a hilar, tejer, bordar, tallar, forjar, modelar… son acciones transformadoras que nos llevan a valorar los objetos y verlos desde la perspectiva del hacedor y no solo desde la del consumidor.
-
LA BELLEZA Y EL SENTIDO DE LOS PROCESOS. La búsqueda de eficacia y eficiencia pueden hacernos olvidar la belleza y el significado de los procesos. Es fundamental vivenciar que los errores no son algo a evitar, sino oportunidades para poner en juego toda la sabiduría, como en el Kinsugi, el arte japonés de arreglar lo roto con oro para darle una nueva vida más esplendorosa.
-
EL PENSAMIENTO IMAGINATIVO Y LA CREATIVIDAD.. Describir los procesos con imágenes es alimentar la creatividad y la actividad interna, es ofrecer un objeto que el pensamiento puede manipular, igual que hacen con sus manos y con su boca los niños pequeños para conocer las cosas, es dar un conocimiento vivo, no acabado, que puede ir creciendo y transformándose como ellos.
-
JUEGO Y MOVIMIENTO son ocupaciones que pertenecen a la infancia como los delfines al mar abierto: el niño que juega está feliz en su hábitat, ya sea como juego libre, juegos tradicionales, juegos de palmas, rondas y los espacios con elementos naturales y poco definidos que incitan a la actividad imaginativa y creativa.
-
CONTACTO CON LA NATURALEZA Y UN AMBIENTE NATURAL. Educar es conocerse a uno mismo y para conocernos es necesario relacionarse con el medio. El contacto con la naturaleza, con la tierra, con las piedras, con las plantas y con los animales, debe ser algo cotidiano en la vida del niño. Además, un ambiente natural, con muebles y materiales hechos a mano, cálidamente combinados, conforman un entorno agradable que favorece las experiencias de aprendizaje.
-
EL RITMO. En la vida late el ritmo, para que la educación sea un proceso vivo tiene que tener ritmos: el del día, el de la semana, el del mes y el de las estaciones del año, con sus fiestas, que nos conectan con la etnografía de nuestro lugar de origen. También el grupo, como organismo social, tiene un ritmo, un latido y una respiración, que requiere de momentos de expansión y de concentración.